Kamigami no yusō no hiroin
PARTE 1- INTRODUCCIÓN
Esta es la historia de una joven chica que en un inicio lo perdió todo, ella era una joven bonita, esbelta e inteligente, de 20 años y largos cabellos rubios. La vida la había tratado mal, por eso vivía encerrada en su habitación, aislada del mundo, estudiando temas que avivaba su interés, ciencia, sociología; leyendo mangas, dibujando mangakas de novelas anime y jugando videojuegos.
No tenía muchos amigos, se sentía sola, y para colmo su familia la hacía cada día la vida imposible. En la escuela había sufrido las burlas de sus compañeros por ser diferente al resto. Tenía un novio al que amaba pero con el que no conseguía ser feliz.
Podría decirse que llevaba en una depresión devastadora un par de años. Llegando incluso al punto de plantearse acabar con su vida. Su inteligencia no le había permitido llegar a lo que su falta de habilidades sociales le restringía. Al menos hasta un día que un cambio inesperado se interpuso en su camino…
Su nombre era Laurikun.
Antes de estos acontecimientos, Laurikun siempre había sido una chica alegre y positiva, pero por decirlo de algún modo, no se había topado con las mejores situaciones dentro de las disponibles, que por azar a todos los seres humanos les toca. Entenderemos esto más adelante…
Fue entonces cuando un día su vida dio un giro inesperado…
Era media tarde, en pleno día soleado, cuando había salido a pasear tranquilamente por un descampado cercano al cementerio.
Le traía nostálgicos recuerdos ya que se encontraba en su antiguo colegio en el que un día había sido muy feliz con sus amigos weeaboos.
De pronto, ante sus pies se topó con una puerta con acceso al subsuelo…
Decidió abrir la puerta y mirar el interior desde arriba.
Sorprendentemente, el tamaño era de poco más de lo que ocupa una persona tumbada horizontalmente, de piedra blanca y adornada en medio con una columna, con un dios antiguo tallado sobre ella. La columna hacía de eje para la puerta giratoria que lo rodeaba.
Leyó la inscripción que había:
“Transporte de los Dioses”
La leyenda dice que aquel cuya vida no es nada perfecta y desea acabar con ella, los Dioses le concederán la posibilidad de viajar a uno de los posibles futuros alternativos que poseemos cada uno de nosotros en nuestras vidas, que se nos selecciona al nacer o al actuar, por azar. Pudiendo así acceder a un posible futuro mejor que el que se encuentra uno en este momento.
A cambio, éste deberá servirlos y se le nombrará “Miembro Guardián de los Dioses”. ¿Un trato justo… verdad?
El único requisito era que debía ser una persona de puro corazón.
-Si esto es cierto… Podría acabar con esta vida insufrible de una maldita vez.- Pensó.
Leyó que para realizar la solicitud debías hablar al Dios de la columna de piedra que allí dentro de encontraba. Justo en medio de una puerta giratoria, que se da a entender que, en caso positivo, giraba y te transportabas al otro mundo.
Laurikun no creía en las supersticiones, ya que se consideraba a sí misma una chica de ciencia, además, nunca había oído nada sobre estos extraños dioses, pero en caso de ser cierto ¿De todos modos, no perdía nada, no? Igualmente no quería vivir.
Así que sin mucha esperanza… entró dentro y se quedó en posición de bola por la falta de espacio, dejando caer la puerta de piedra sobre ella. La visibilidad ahí dentro bajó mucho, únicamente lo que los rayos de sol permitían.
-Solicito el trato con los dioses- dije en voz alta. Me sentía estúpida por estar siguiendo el rollo a una inscripción medio borrosa que a saber si era cierta.
Sí, tal y como lees, a este punto de la historia ya te habrás dado cuenta de que yo soy Laurikun. Y esta es MI HISTORIA. Siéntate y escucha atento.
En ese momento se oyó una voz proveniente del Dios de la piedra.
-Laurikun Borreguero… hmm… déjame pensar.
Los Dioses hemos comprobado que eres una persona digna de hacer uso del Transporte de los Dioses.
-Venga hombre… No me puedo creer que me haya contestado una puta roca- pensé- debo estar delirando.
-Debes saber un dato importante… ¿Estás lista para conocerlo?
-Sí.- me limité a asentir.
–De los 10.859 posibles futuros alternativos que posees en la vida, ahora mismo te encuentras en el 200 menos óptimo.– dijo de forma celestial, pero firme y sabia.
-¿Es cierto que podría viajar a uno mejor? ¿Esto tiene algún coste?- dije preocupada por reunir toda la información posible, en caso de que mi decisión tuviese trágicas consecuencias. Me extrañaba que fueran a hacer tanto por mí a cambio de nada.
-Así es. Haciendo cálculos, podrás transportarte a uno de entre tus 3.800 y 1 mejores futuros alternativos… Es decir, entre los 35% mejores futuros que te aguarda tu existencia. Una vez allí, serás nombrada Miembro Guardián de los Dioses y se te equipará con los objetos de batalla correspondientes.
Al oír “se te equipará” y “batalla” como es bastante lógico, me preocupó en dónde me estaba metiendo. Pero primero debería saber si se trataba de una secta pro Lucifer o algo humanamente amoral.
-Me gustaría saber cuál es el cometido de vosotros como Dioses, a quién o qué servís antes de hacer nada.
-En efecto, detrás del mundo en el vives estamos los Dioses, cada uno destinado a una misión concreta como potencia existencial. Lucifer, Dios… En nuestro caso, siempre hemos luchado contra la maldad del mundo, pero también hemos hecho justicia. Somos El Equilibrio entre ambas potencias.
Somos los Dioses predestinados a que el equilibrio entre Dios y Lucifer sea justo y no produzca grandes catástrofes humanas o incluso entre galaxias.
En muchos planetas somos considerados el punto de inflexión para la existencia en sí.
Al mismo tiempo e interconectado, la otra labor que tenemos es ayudar a que los humanos sean más felices, por eso nos llaman “Los Dioses de La Felicidad”. Y tú acabas de acceder a uno de los subpuntos de la felicidad que se encuentran ocultos entre los humanos.
-Suena noble, me gusta eso de hacer equilibrio entre el bien y el mal… No sé, quizás me convence más que cualquier otra religión, a pesar de tender hacia el bien, esto suena interesante. ¿Existe alguna probabilidad de que pierda la vida si hago el pacto?
-Las posibilidades son mínimas… Al hacer el pacto, quedarás inmediatamente protegida por el Dios que selecciones como maestro, sirviendo la subrama de la potencia existencial a la que él sirva. Es decir, si no tienes cuidado siempre podrías morir en batalla… Pero al final si estás aquí es para que te hagamos un poco más feliz.
-¡¿En serio?! Eso suena sublime y solucionaría muchas cosas en mi vida, pero ¿Por qué los Dioses querrían dármelo todo a cambio de tan poco?
Por dentro pensé que tal vez me estuvieran estafando, temía por mi vida.
-En realidad es un trato justo. Tú sirves a tu Dios seleccionado. Te parece poco lo que das porque disfrutas ayudando a las personas, es por eso que ser bueno de corazón era uno de los requisitos para hacer el trato.
-Tiene sentido… Me alegro de haber dado con este sitio, mi vida era una auténtica mierda, me levanto sin ganas de vivirla cada mañana.
-Lo sabemos y por eso queremos darte una oportunidad de optimización de tu persona, ¿Por qué te crees que tú sí podías ver el portal? Eres apta porque el futuro desfavorecedor en el que te encuentras no es tu culpa. Entonces… ¿Aceptas?
-Basándome en los principios que me has expuesto, acepto.- dije con gran decisión, recalcando de que en caso de estafa no aceptaría.
-Pero antes tengo una duda ¿El mundo al que voy es exactamente el mismo, no? Es decir, mi familia, mis conocidos, YO…
-Todo es lo mismo, pero la gente que acepta el pacto tiene a observar mejoría en factores como:
La probabilidad de que tu entorno hubiese tenido diferentes jerarquías sociales, lo propensa que es tu genética a desarrollar enfermedades y anomalías, la posibilidad de haber desarrollado distintas habilidades, tales como la inteligencia emocional, la inteligencia matemática, la social o la visión espacial.
Tu propensión a desarrollar un mejor físico, de haber topado por azar con personas con quienes establecerías posteriormente vínculos afectivos, tu relación con quienes ya los tienes, como tu familia y amigos, etcétera.
-Claro, ahora lo entiendo. ¿Y existe alguna probabilidad de que pierda a mi familia o nunca hubiese conocido a mi novio?
-No, ya que los cambios se manifiestan en las circunstancias, no en la materia en sí. Conociste a tu novio y eso tenía que ocurrir. Pero la forma en que se gestionó la circunstancia pudo haber sido diferente.
-De acuerdo, en ese caso, y bajo las indicaciones descritas, quiero realizar el pacto con los Dioses.
-Entonces queda el acuerdo sellado…- La puerta giratoria que había frente a mí comenzó a girar, moviendo mi cuerpo hacia el interior del portal.- Te expreso mi ánimo, de parte del Dios Tetakamuda…
Lo veía todo oscuro, tenía mucho miedo y adrenalina corriendo por mis venas, más de la que había experimentado en mucho tiempo.
A los pocos minutos, la puerta giratoria terminó su ruta, quedó cerrada y me encontraba en una apertura subterránea exactamente igual a la de que venía pero con un Dios diferente tallado sobre la piedra.
–”Usted se encuentra en el futuro 2.106 mejor de los posibles 10.859 futuros. Ha subido 8.553 futuros en la escala óptima”– dijo de forma robótica el Dios tallado, como si se tratase de una megafonía automatizada.
Quedé absolutamente impresionada de la mejoría que había experimentado, estaba impactada y con muchas preguntas en mi cabeza sobre lo que me estaba pasando. Quería ver cambios. Todavía nada me aseguraba que las cosas saldrían bien, por lo que el miedo a lo desconocido se apoderaba de mi cuerpo. Imagina por un momento jugarte la vida de esta forma… Era una locura.
Levanté la puerta de piedra sobre mí y salí al exterior.
El parque era el mismo, pero extrañamente me sentía mucho mejor conmigo misma, probablemente mi sistema hormonal era más estable en este momento. Tuve un “flashback” en el que vi pasar mi vida:
En la universidad tenía muchos amigos, con quienes iba a clase con relativas ganas, seguía siendo una chica introvertida pero mis habilidades sociales eran ligeramente superiores o al menos estaban mejor controladas.
En cuanto a mi novio Furemu san, nuestra relación era mucho mejor, no me sentía tan apartada ni criticada como antes ni de lejos, que discutíamos prácticamente todos los días. Él me amaba tanto como me amó siempre, es cierto que de eso tampoco pude quejarme nunca, pero sentía que ahora ya no estábamos tan unidos… era una relación quizás más estable pero más distante. La verdad es que siempre he pensado que él sería el amor de mi vida.
Mi madre mostraba una mayor propensión a escucharme, una mayor empatía y control de la ira, y por ende me podía sentir valorada por ella, eso me hacía realmente feliz. Incluso ahora sacaba mejores notas.
¡Todo era increíblemente perfecto!
Me dieron ganas de bailar de la alegría. Cuando lo pierdes todo, aprecias de verdad las cosas.
De repente, un hombre viejo, bajito, con aspecto de sabio y larga barba blanca, que levitaba sobre el suelo, apareció delante de mí.
-Buenos días Laurikun, soy el Dios Tetakamuda, el mismo de antes.-
-¿No hablaba con una roca?- soné un poco impertinente por hablar así a un supuesto Dios, pero en verdad siempre he sido tan espontánea.
-Era un mero método de comunicación.
Bien, te informo: Vas a acompañarme al cielo a elegir al Dios al que quieres servir… y aclarar un par de conceptos básicos. Puedes venir ahora o ir a tu casa y nos vemos mañana en el mismo sitio a la misma hora.
-Prefiero que sea mañana, tengo muchas ganas de descubrir mi nuevo mundo.
El Dios desapareció. La verdad es que me la sudaban un poco los Dioses en comparación a mi propia vida.
(…)
Cuando llegué a casa, di un abrazo a mi madre, me alegró mucho verla cambiada a mejor, ella me notó extraña y fue divertido.
-Anda hija, ¿ya has comido? ¡Últimamente comes muy poco! ¡He comprado naranjas!
Me sorprendió su positiva reacción.
Me fui inmediatamente a mirarme al espejo, me quité la ropa y ¡¡Zas!!
Siempre he tenido buen cuerpo, pero me veía especialmente sexy, como más madura. Quizás será que mi autoestima ha mejorado.
-¡¡Pero qué buena estoy!!- Estaba contenta.
Cogí el teléfono y miré el Whatsapp. Tenía un montón de mensajes. Leí:
“Jessica: lauriii eres la mejor, me lo pasé genial ayer de compras, tkkkk nena”.
Pero de lo que más ganas tenía sin duda era de llamar a Furemu san.
Me pregunto si podré contarle todo lo que me ha pasado. Me lo guardaré por ahora… No sea que tenga consecuencias.
-¿Laura? ¡¡Qué tal mi amor!!- me dijo Furemu san.
-¡¡AMORCITOOOOOO, CUÁNTO TE QUIERO!!
-Jejeje se te nota feliz, ¿Qué te cuentas?
-Nada, me apetecía hablar contigo. ¿Te apetece vernos esta tarde como una cita?
-Jo, no puedo….mañana tengo un examen importante, después podemos vernos.
-Bueno… ¡Pues otro día nos vemos! ¡Estudia mucho, te quiero!
-Siii, suerte con todo y ya me contarás qué te compraste con Jessica!
No tenía ni idea de quién era Jessica, pero vaya nombre de choni.
Abrí el armario y vi una cantidad impresionante de ropa japonesa como sacada de un anime, con la que siempre había soñado. Se ve que al mejorar la relación con mi madre, también me daba más dinero.
Me pasé la tarde viendo anime como habitualmente y hablando con mis nuevos amigos por Whatsapp.
(…)
PRESENTACIÓN DE PERSONAJES

Lord Enrick 
Murge 
Hummus 
Finis Spectrum 
El Dios Viejo Tetakamuda 
Piku piku 
Laurikun 
Laurikun
Me levanté. Era ya por la tarde, así que era hora de ir al parque donde había quedado.
Cuando llegué, el Dios viejo me estaba esperando.
-Laura, veo que has sido puntual. Dame la mano.- Se la di y automáticamente transcendimos al cielo.
Cuando llegamos, nos encontrábamos en la puerta de un palacio blanco y celestial. Era realmente hermoso.
Entramos al palacio y había 5 hombres esperándonos.
-Laurikun, antes de todo deberías saber un dato que puede ser clave para tu decisión. La tierra que conoces no es el único mundo que existe, sino que hay otros mundos. El más habitado y conocido por todos es Sclamodya, en él habitan criaturas, humanos y semihumanos. Es un mundo formado por cuatro reinos y el centro. Nuestro trabajo no concierne solo a la tierra, sino a este mundo. Pero no te preocupes, todos allí somos extraños, no tendrás ningún problema en adaptarte.
-Increíble… Gracias por la información Dios viejo, suena fascinante conocer algo tan diferente, conocer criaturas mágicas… wow.- le sonreí amablemente.
-Bien, comencemos. Basándonos en tus características personales, estos son los 5 Dioses que te hemos seleccionado. Se podría decir que hay muchos de ellos en el mundo, cada uno de ellos especializado en unas metas y dotados de diferentes habilidades.
Debes elegir a uno.
Se presentaron.
El primero era increíblemente atractivo, de cabello rubio casi blanquecino, con los ojos de un azul celeste muy intenso, pelo largo y de complexión delgada musculosa. Llevaba vestido un traje negro y camisa blanca con corbata, y unos elegantes mocasines de cuero. Parecía un auténtico príncipe apuesto.
El segundo era un semi-humano. Medio hombre medio diablo, de piel color rojizo. Costaba pensar que era un ser benévolo. Tendría unos 40 años, con el torso desnudo y musculado, y unos pantalones bombachos.
El tercero era un hombre lagarto. Siempre me han parecido amigables.
Su piel era verde, su cuerpo de aspecto encorvado y con ropas de campesino y pequeñas gafas en la punta de su nariz.
El cuarto era un mago anciano, de largas barbas y pelo largo, que vestía una túnica azul marina adornada con estrellas resplandecientes que le cubría hasta los pies, y un enorme gorro similar al de las brujas con el mismo estampado.
El quinto era una criatura mágica con forma de zorro. Era bastante pequeño, muy mono y tenía una voz aguda. Iba vestido como un arquero y guerrero.
-Encantado, soy Lord Enrick- dijo el joven apuesto con una suave y elegante sonrisa sobre su rostro.
– Mi objetivo es combatir contra peligrosas criaturas y monstruos que supongan una amenaza para algunas civilizaciones, o entes de crímenes organizados con niveles de peligrosidad muy alta. Trabajo en el mundo de Sclamodya principalmente, y también llevo una segunda vida en la tierra como agente de bolsa de una gran multinacional, intervengo en situaciones de crueldad en la tierra. La verdad es que, castigo severamente las injusticias… No te voy a mentir.
Encontré sexy esa última declaración, no podía evitarlo, era todo un hombre.
-Yo soy Murge- dijo el hombre diablo- estuve en el otro bando hace cientos de años… conozco perfectamente al enemigo y es por eso que puedo ayudar perfectamente como miembro de los dioses. Trabajo en todos los mundos, depende de lo que me salga. Digamos que soy polifacético… No te aburrirás si quieres ser mi Miembro Guardiana Guerrera.
-Yo soy Hummus Kana- dijo el hombre lagarto- estoy bastante especializado en la investigación de tecnologías útiles y ciencia, hace poco he creado un collar mágico que sirve junto a un mapa, para teletransportarse, simplemente pulsas en la zona del mapa que desees y te teletransportas allí. Conmigo podrás descubrir el mundo de la magia a la perfección. Trabajo más en el laboratorio que en el campo de batalla.
-Yo soy Finis Spiritum, rey mago en Sclamodya y el que se encarga de buscar el equilibrio en la tierra para buscar justicia. Allí tengo una segunda vida, trabajo junto a Lord Enrick. Formo parte del comité de los 10 grandes Dioses.
Sonaba a que era un alto cargo y eso me imponía mucho respeto.
-¡Yo soy piku piku! ^_^- dijo el zorrito- trabajo junto a Hummus creando pociones, desarrollando nuevas fórmulas mágicas y combato en el frente con mi magia. Sirvo más como peón que como líder, ya que actualmente no formo parte de ninguna banda líder de magos a diferencia del resto, pero sin embargo soy imprescindible para todas ellas, ya que proveo la protección y la experiencia que ningún otro mago de los Dioses actualmente.
-¡Encantada a todos! ^_^ -La verdad es que me encontraba sobre abarrotada de información, muchas ideas de pronto en mi mente… Me di cuenta de que no sería una tarea tan fácil como pensaba.- Es una difícil elección… ¿Debo hacerlo ahora?
-En realidad, al ser Guardiana de combate puedes elegir temporalmente a tres de ellos para que te guíen en el otro mundo que desconoces.- dijo el Dios viejo.- Pero llegado el momento, debes elegir a uno ¿queda claro?
-¡De acuerdo!
Todos vosotros sois fascinantes, en serio, y tengo muchas ganas de conoceros, pero creo que me quedaré con el zorrito, el chico y el hombre lagarto.-
Pensé para mis adentros que sería más afín a labores que no implicasen el contacto directo con el frente de batalla, por ello elegí a ellos dos. Sin embargo, el chico atractivo había despertado un gran interés en mí… Y puede que con el tiempo desarrolle una conexión emocional con este trabajo, ya que soy muy de hacer las cosas por pasión, y no por obligación, así que me conviene conocer a alguien que parece tener tanta influencia en el tema.
-¡Piku piiiiiii!- dijo feliz el zorrito saltando hacia mí.
El Dios viejo me miró y me deseo suerte. Todos desaparecieron y me quedé con ellos tres a solas.
Hummus, el hombre lagarto, se acercó a mí.
-Buenas señorita, muchas gracias por haberme elegido. Llevaba mucho tiempo deseando solicitar la ayuda de un Guardián Guerrero personal, y por fin lo he hecho. Me llena de satisfacción que me haya elegido como opción.
-Vaya, las gracias son mías. Me alegra ver que significo tanto para alguien.- Me dio la impresión de alguien humilde y entregado.
Me dio la mano y todos la tomaron.
¡Vámonos al otro mundo!
*Automáticamente los cuatro nos teletransportamos.*
(…)
Estábamos en la entrada de una villa preciosa, muy verde, rodeado de enormes árboles encantados y piedras brillantes. Tenía un aspecto de película fantástica, realmente me sentía en armonía con la naturaleza.
Hummus me explicó:
-¡Bienvenida a Sclamodya! En este momento nos encontramos en el centro de todo, concretamente en la villa de los aventureros. Es un lugar seguro, aquí no tendrás de qué preocuparte. Echa un vistazo y familiarízate con la zona.
Me hicieron una señal de “sígueme” y les seguí por la entrada a la villa.
-Señorita Laurikun, si sigues recto está la posada- dijo Piku señalando- delante a la derecha están los mercados de comida, a su izquierda la herrería y justo a nuestra derecha el centro de inscripción para ser aventurera.
-Si quieres puedo acompañarte a que te inscribas- dijo Lord Enrick.
-¡Oh, pues muchas gracias!
Avanzamos hacia el centro de aventureros y los demás nos dejaron, quedándonos a solas él y yo.
Una vez dentro, el local tenía puestos con las encargadas y gente preguntando y esperando su turno. Me acerqué a una encargada que no estaba ocupada.
-¡Encantada señorita! ¿Así que una nueva, eh? ¿No has combatido nunca antes?
-No. Es mi primera vez aquí en general.- No estaba segura de cuánto podía decir aún.
-¿Raza?
Lord Enrick contestó por mí- Humana, ella es humana. Pero es Guardiana de los Dioses, así que no es de nivel 1.
-¡Vaya vaya! No me lo puedo creer.. ¡Qué interesante!- a la señora le brillaban los ojos de la emoción y yo no entendía por qué, pero por lo visto era algo bueno para mí.
-Ponga en esta máquina su dedo índice y podremos ver cuáles son sus habilidades y debilidades. Y cómo no, su nivel.
Puse el dedo. La señora miraba impaciente el resultado…
-¡¡¡Nivel 100!!! ¡Increíble, una humana nivel adamantita!
-Wow… ¿en serio? Pero si nunca he combatido… no lo entiendo.- dije.
-Cuando haces el pacto con los dioses automáticamente heredas el nivel del Dios al que sirves, compartiendo con él la fuerza, pero las habilidades as de adquirirlas tú sola, no todo es pan comido.
-Entiendo, al menos esto me dará una gran flexibilidad.- Suspiré del alivio.
La mujer continuó.- Sus fortalezas son la manipulación psicológica de magia oscura y el combate con espada, y su debilidad son la percepción del entorno y la agilidad en combate, que es 0 por la falta de experiencia.
Lord Enrick me guiñó un ojo- Verás como subirás fácil.- Me sonrojé.
-¿Quieres que te apunte a una categoría menor, por eso de que no tienes experiencia?
-En realidad prefiero empezar desde lo más bajo, no me considero superior por mis características.
-Eso está bien, entonces comenzaremos haciéndote encargos de nivel bronce (monstruos nivel 1-20) e iremos subiendo el encargo según avances a plata (nivel 20-50), oro (nivel 50-80) y adamantita (nivel 80-100).
-Me parece lo apropiado- dijo Lord Enrick con una atractiva sonrisa. Incluso la recepcionista se sonrojó.
Me entregó una insignia de bronce que me puse en la camiseta, y me dio información en un papel que recogía las posibilidades donde podía encontrar enemigos que matar, según niveles, y las recompensas monetarias de cada uno.
-¡Hasta luego y gracias!- Nos despedimos al unísono.
Salimos de allí y Lord Enrick me miró.
-Toma esta mochila, son objetos útiles que Tetakamuda me dio para tí. Contiene una navaja, un libro de magia, una guía con información de Sclamodya y un collar de teletransporte con un mapa de ambos mundos.
-¡Gracias!
-Te tendrás que leer el libro si quieres aprender a usar la magia ¿eh?- dijo mientras se reía
-¡¡Pero si es enorme!!
-No te preocupes, Hummus y Piku te pueden ayudar con eso.
-Menos mal…
-Oye, una pregunta ¿Por qué tengo que ser aventurera?- Supongo que la respuesta era obvia, pero quería reunir toda la información posible, para ellos estas cosas serían normales, pero para mí no.
-De alguna forma tendrás que luchar cuando seas Guardiana Guerrera ¿no crees?. El centro de aventureros es la forma en la que todos empiezan, para conocer tus stats y para todo.- Asentí.
Lord Enrick señaló a la herrería.
-Ahora vamos a elegir tu equipo de batalla, al ser Guardiana de los Dioses tienes la suerte de que pagamos por ti, no tienes que cotizar en este mundo, simplemente elegir el equipo que mejor te venga. Pero recuerda que nosotros te ayudamos, pero quién tiene que trabajar eres TÚ.
-Claro.- Me pareció innecesario que lo mencionara, pero es normal que intentase meterme caña, demasiado me estaban ofreciendo. Pero ya me vale, suficiente tengo con estudiar en la universidad en mi mundo como para ponerme a trabajar aquí por tres duros…
Después de ver un poco mejor cómo funcionaban las cosas comencé a relajarme y a comportarme más como yo misma, estaba alegre y entusiasmada por todo lo que me quedaba por descubrir y todo lo que iba a aprender. ^_^ Me salía sonreír como una tonta.
Entramos dentro y había un hombre corpulento y calvo, el herrero. Pensé que a mis amigas les habría gustado y me reí por un momento.
-¿Qué es lo que buscáis?
-Venimos a por una armadura y una espada para ella. Es de clase adamantita, así que la mejor que tengas.
-¿Cuál es vuestro presupuesto?
-No tenemos. Lo más bueno y caro.- me sentí una burguesa xd.
-Vaya, así que venís para tirar la casa por la ventana… Seguidme por aquí.
Bajamos al sótano por unas escaleras que estaban detrás del mostrador.
Era una habitación impecable, con todo tipo de armas dentro de vitrinas de cristal. La mayoría eran de oro y tenían joyas, resplandecientes. Se notaba que costaba un dineral.
El herrero abrió una vitrina y sacó una espada.
-Esta es La Gran Espada multiplicadora del poder. Solo existen tres como esta, y debido a su alto coste todavía no se la ha llevado nadie. Estaba deseando que por fin alguien lo hiciera.
Era una espada enorme, de oro y plata y tenía dos diamantes rojos.
-Es una espada a la que se ha hechizado con magia de alto nivel, multiplica el poder pero también su dificultad de uso. Necesitas ser un gran estratega.
Lord Enrick no parecía muy convencido por este último requisito.
-¿Alguna similar de uso más fácil?
-Sí.- abrió otra vitrina. Esta espada es como esa pero de uso más común, para aventureros muy selectos de clase adamantita. No es de categoría única.
-Nos llevamos esa- dijo Lord Enrick
-¡Un momento! Yo quiero la otra aunque sea difícil. Ya que vas a gastar mucho dinero, prefiero tener la mejor. Para matar monstruos de nivel 1 e ir subiendo seguro que puedo usarla… ¡Quiero aspirar a ser la mejor espadachina!- dije convencida.
-Me niego- dijo sin siquiera mirarme a la cara, como si fuera mi padre.
-¿Pero que más te daaaaa?- insistí. Me parecía un tío un poco borde.
-Hazle caso, él sabe lo que hace- dijo piku que apareció de pronto desde abajo junto a Hummus. Le cogí en brazos. Qué mono era. Movía la colita. Aún así, estaba mosqueada. La dificultad y el esfuerzo nunca habían sido un impedimento para mí.
-Ya te lo hemos dicho, si quieres ser la mejor tendrás que ganártelo. Te compraré esa espada el día que puedas combatir a nivel de clase adamantita sin dificultad.
¿Y si nunca lo consigo? Pensé. No tenía mucha confianza en mí misma, ya que en la tierra siempre he odiado la sangre y los monstruos horripilantes y no me veía enfrentándome a ellos, aunque había que reconocer que siempre había sido fan de los animes isekai.
El herrero cerró la vitrina y nos dirigimos hacia las armaduras.
-Las mejores armaduras y de mayor protección son éstas. Solo cambia el modelo y el color.
-¡Alaaa, me encantaría que fuera rosita!- le dije al ver la posibilidad de que las hubiese en mi color favorito.
-Esto no es un centro comercial y no estás de compras con tus amiguitas.- a veces Lord Enrick era un borde conmigo, lo que tenía de guapo le faltaba de amable.
Hummus se rió.
-Dénos aquel modelo en color plateado. No quiero que llames demasiado la atención, y si llevas el de oro cualquiera querrá se acercarse a ti para ver quién eres.
La idea era buena, ahora que lo pienso…
-Y como no es rosa, no se reirán de ti mientras combaten contigo.- Esta vez vacilaba
-¡Qué gracioso! Jajaja- le vacilé
Comprobamos mis medidas para ver que era mi talla y subimos al mostrador para pagar.
-Son 200 monedas de oro.- dijo el herrero
¡Aiba la hostia! Era súper caro, en las armaduras que nos rodeaban podía ver los precios y rondaban las 7 monedas de plata.
Debía ser una armadura para millonarios.
-Aquí tienes- Lord Enrick dejó las monedas con chulería, cogió las cosas y se dio la vuelta.
-¡Chaitoo señor de la herrería!- le dije felizmente. Ahora sí me sentía una auténtica diosa.
Cuando salimos fuimos a la posada más cercana.
-Genial Laurikun, esta noche dormiremos aquí y mañana verás nuestras casas. Elegirás con quién quieres vivir.- dijo Lord Enrick.
-¿Viviré con uno de vosotros? ¿Y mi casa de la tierra?
-Este es tu segundo trabajo. Irás a la tierra siempre que lo desees, e incluso podrás elegir vivir allí o aquí si así lo deseas, pero de momento estás empezando así que tendrás un intensivo de Guardiana de los Dioses, ¿Tienes algún problema con ello?
-No, realmente me parece estupendo. Quizás prefiera vivir aquí, vivir nuevas aventuras que jamás pensé que viviría… Me parece una experiencia única e irrepetible. Pero quería saberlo porque me parecía injusto obligar a una persona en contra de su voluntad, a pesar del pacto. Es decir, muchos tienen una vida ahí fuera…
-Para nada, mientras cumplas con tus misiones mínimas (que dependen de la demanda estacional), podrás dedicarte a ésto tan allá como estés dispuesta. Mi casa siempre estará abierta, como la del resto, pero al final todo depende de ti. No te preocupes.
-Que ilusión, muchas gracias.- sonreí al hermoso Lord Enrick.
-Así que tu vivienda estará aquí el primer mes y tu universidad te recomiendo que sea a distancia. Encárgate del papeleo hoy con tus padres de la tierra ¿sí?.
-Me parece lo mejor, pero ¿cómo se lo explico?
-Se suele decir que eres agente de la CIA, o independizarse y cosas así. Si lo prefieres, puedes contarle la verdad a sólo tres personas y posteriormente les hacemos un hechizo mudo mediante el cual no pueden desvelar el secreto verbal o no verbalmente a nadie, eliminando la posibilidad de que lo cuenten a alguien o lo sepa de alguna manera.
-Eso me parece mejor… quisiera poder contárselo a mis padres.
-Está bien. Mañana piku te acompañará a la tierra y lo haréis juntos. Qué mejor prueba que llevarles un monstruo- se rió.
Me reí muy fuerte. En verdad fue gracioso. Ya me estaba imaginando la cara del pro-ciencia de mi padre cuando tuviera delante de sus ojos un zorro que habla. Pensará que está loco jajaja.
-Venga, vamos a cenar y enseñarte algo de magia básica antes de irnos a la cama.
-¡Siii, qué chuli!- estaba entusiasmada.
Fuimos a un bar barato a pesar de que teníamos mucho dinero. Me pregunto cómo será la casa de estos tres.
-Sírvame un pollo asado y una jarra de cerveza- dijo Lord Enrick sonriendo.
-A mí gulas y otra jarra- dijo Hummus. Un hombre lagarto con buen gusto.
-¡Yo quiero un buen filete de carne y cerveza!- piku sonreía con ganas ¡Es como un peluchito!
Miré la carta y vi que tenían un costillar, así que lo pedí.
Lord Enrick me miraba.
-¡Animate a una cerveza, mujer!
Pero este chico no tiene vergüenza… a veces es como mi padre y otras veces como el colega del bar.
-Venga vale, pero una pequeñita y con limón.
-¡Si pretendes matar bestias enormes con esas mariconadas, lo llevas claro señora rosita! Jajaja.
Me estaba poniendo de los nervios…
Le eche una mirada de odio.
-Soy una combatiente kawaii.
-¿Dónde se ha visto una combatiente nivel 100 kawaii? Jajaja.
-Déjame en paz.- Miré hacia abajo.
CONTINUARÁ.
Deja tu correo electrónico y dale a Suscribir si quieres que se te notifique por correo cuando suba la siguiente parte de la novela. :3 Me hace ilu 100 jejeje.
Gracias 🙂
Vaya crack, no esperaba menos de mi Anna.
Me gustaLe gusta a 1 persona
JAJAJAJAJAJAJA te adoro <3. Máquina.
Me gustaMe gusta
Me mola este fanfic de Konosuba, espero que lo sigas.
Me gustaMe gusta
No es un fanfic, no he visto Konosuba -_-
Me gustaMe gusta
BTW, si eres la de la miniatura pareces mas madura, nadie diría que tienes 21 añitos ^^
Me gustaMe gusta
Síi, muchas gracias >:3
Me gustaMe gusta